martes, 30 de marzo de 2010


LA ESTÉTICA


La Estética, en el aspecto filosófico, es la disciplina que trata de lo bello (entendido en el sentido amplio que abarca lo artístico, las diferentes categorías estéticas -sublime, gracioso, lindo, ridículo, trágico, etc.-, lo bello natural, moral y cultural) y los diferentes modos de aprehensión y creación de las realidades bellas. Si se entiende por estético aquello que despierta en el hombre una sensación peculiar de agrado, potenciación expresiva y distensión adherente hacia el entorno, puede definirse como la ciencia de lo estéticamente relevante, a fin de evitar el riesgo de entender lo bello de modo en exceso restringido. Los términos bello y estético no hacen aquí sino remitir a un campo de realidades que la estética debe cuidadosamente precisar. No constituye, por tanto, un círculo vicioso el uso del calificativo estético en la definición de la estética, pues en principio tal vocablo no se utiliza en un sentido técnico riguroso, sino en cuanto que alude, de modo elemental y primario, a un determinado género de objetos y experiencias.

La estética construye en la experiencia humana el ver lo bello, escuchar lo agradable, sentir el arte, gustar, enfoca todos los sentidos del ser humano para disfrutar de lo estético.
Podemos observar una obra de arte (un cuadro o una pintura), podemos saborear aquello que es agradable a nuestra lengua, podemos escuchar alguna pieza musical que nos traslada a otro mundo, podemos tactar algo maravilloso, podemos olfatear los mejores olores, que hasta en ocasiones nos traen recuerdos o nos llega a la mente el recuerdo de una persona.

La estética consagra especial atención al estudio de los temas siguientes:
1) La sensibilidad humana, su relativa autonomía en el campo estético y su constitutiva versión a la inteligencia y, con ello, al ámbito de las realidades meta sensibles.
2) La intuición creadora en su condición sensible-intelectual, supra empírica y discursiva, teórica y práctica, especulativa y de experiencias.
3) El proceso genético de creación, ejecución y contemplación artísticas.
4) El objeto estético en toda su variedad y complejidad. Se procura evitar el objetivismo empirista mediante la puesta en juego de un modo tenso de pensamiento que estudie el objeto en su relación viva con el sujeto y a la luz de la idea general de lo bello.
5) El carácter «envolvente» de los objetos de conocimiento que, más que cosas, son ámbitos que plenifican al sujeto que se inmerge en su campo de influencia con la disposición debida.
6) Lo que «acontece» en el encuentro de un sujeto creador, ejecutante o contemplador y un objeto estético.
7) El sentido y alcance del fenómeno de integración de los elementos que constituyen la experiencia estética y la relación de esta forma singular de unidad con la fundación de belleza.
8) La vinculación profunda que media entre la auto constitución expresiva y la eclosión de belleza, el compromiso con las grandes realidades del entorno y la autonomía creadora, estudios sobre la relación entre el arte y la socialidad del arte.

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